ASI SON LOS INVERNADEROS DEL FUTURO

Así son los invernaderos del futuro: hidroponía recirculante y tecnología robotizada para ahorrar en fertirrigación y mano de obra

Permiten el doble cultivo y aumentan la producción al aprovechar al máximo la superficie con grandes densidades, generando una mayor rentabilidad

El futuro ya está presente en los invernaderos de última generación, unas instalaciones vanguardistas y completamente ajustadas a las demandas de los productores, conjugando además una gran versatilidad y capacidad de adaptación a diversos tipos de clima.

Una de las novedades que ha irrumpido en el mercado despertando el interés internacional es la hidroponía recirculante, una innovadora técnica de cultivo sin suelo que reutiliza los drenajes generados, abriéndose camino como solución a la falta de recursos hídricos.

Esta innovación mejora la eficiencia en el uso del agua, combinando la hidroponía con la recuperación y reutilización de los drenajes generados, a través de un sistema desarrollado por la empresa New Growing Systems (NGS). A su vez, evita lixiviados del riego en el suelo, por lo que el impacto en el ecosistema es nulo.

De esta forma, se obtienen ahorros en agua y fertilizantes de entre el 50% y el 80% comparado con el cultivo convencional.

En el caso de los productos de hoja, el número de ciclos de producción al año se incrementa, gracias a que se pude plantar al minuto siguiente de recolectar el cultivo precedente eliminando tiempos muertos, y a la precocidad de crecimiento que se experimenta.


Pero los productores también disponen de tecnología robotizada para cultivos de hoja, como Baby Leaf, Se trata de un sistema automatizado capaz de albergar 27.200 bandejas por hectárea, para un cultivo de 12 ciclos al año, con un rendimiento de 163 toneladas anuales de producto de ‘brotes tiernos’.

También cuenta con la ventaja de ofrecer la máxima fiabilidad en la programación y rendimiento. Así, es posible contar con producciones de gran calidad, con total limpieza y uniformidad.

DOBLE CULTIVO

Otra de las innovaciones es el doble cultivo en un mismo invernadero gracias a los sistemas elevados que, al no necesitar pasillos para la manipulación, permiten grandes densidades de plantación. De hecho, el sistema en vertical para el cultivo intensivo de tomate hidropónico permite duplicar la producción y rebajar el coste de mano de obra durante el cultivo entre un 30% y un 40%, respecto a un cultivo convencional.

 
El doble cultivo, como por ejemplo la combinación de lechuga y fresa en invernaderos de hidropónico sin sustrato, tiene por objetivo el incremento de producción aprovechando al máximo la superficie, logrando una mayor rentabilidad y, por tanto, disminuir la tasa de retorno de la inversión realizada.

El modelo doble de cultivo desarrollado por NGS puede llegar a las 140.000 plantas por hectárea, tanto para fresa como para lechuga. Esta densidad es muy superior a la de otras formas de cultivo, con porcentajes entre un 50 y un 100 por ciento mayores, dependiendo si se opta por el sistema elevado, o por los sistemas oscilante y suspendido.

LECHUGAS EN UN MES

Este modelo de cultivo sin suelo también se emplea para lechuga, rúcula o berros, así como para aromáticas y especias, como orégano, perejil, mejorana o menta. 


El sistema, que usa hasta el 85% del espacio de un invernadero, logró excelentes resultados en un estudio de la Universidad de Turín (Italia), al conseguir producir cabezas de lechuga Gentilina Rebelina de 200-250 gramos en solo un mes. 


Además, es ideal para el cultivo de productos empaquetados sin lavar, al comprobarse sus óptimas condiciones de higiene y salud. Por ello, podría instalarse una línea de envasado directamente en los invernaderos.


Otra ventaja de estos invernaderos del futuro es su capacidad de adaptarse a cualquier clima, pues puede emplearse para climas fríos, con temperaturas pueden llegar a los 35 grados centígrados bajo cero, pero también soportar 50 grados centígrados en climas áridos y desérticos.